Informació del llibre | |
Preu | 14,25 € |
ISBN: | 978-84-17638-18-4 |
Pàgines: | 156 |
Enquadernació: | Rústica con solapas |
Il·lustracions: | 70 |
Mides: | 21 cm (ancho) x 21 cm (alto) |
Una historia pintada de Benicarló
En Una historia pintada de Benicarló, el pintor benicarlando José Domingo Bayarri Pretel “Mingo” nos invita a subir a caballo de su delicado pincel y emprender un paseo por el Benicarló de antaño o, mejor dicho, nos invita a fer una volteta pel poble.
Las fotografías que le sirvieron de evocación e inspiración para enfrentarse al reto de pintar la cotidianidad del Benicarló antiguo, junto a los diferentes testimonios de quienes todavía recordaban calles, edificios y personajes, han atizado diariamente desde 2003 el fuego de su pasión por la pintura y por la verdad que, lejos de consumirle, le ayudaron a alumbrar esta magnífica obra.
Dejándose llevar por la emoción y por su pasión por el Benicarló vivido, por momentos el pincel le abandona para trasladar su pulso firme a la pluma con la que nos regala sus pensamientos llevados al verso, a la escritura, a la reflexión. Forma parte de su proceso creativo, de su lucha por entender, por explicar quizás lo inexplicable.
Por eso, para el pintor, esta no es la historia pintada de Benicarló, sino Una historia pintada, la suya, que quiere ser compartida, desde la generosidad y la humildad de quien se siente, más que un artista, un trabajador del pincel. Un artesano modesto que pone este libro y toda la obra pictórica que en él se recoge, de una forma totalmente altruista, a disposición de la ciudad de Benicarló.
A veces sueño… imagino, y mi mente me lleva por las profundidades de mi intelecto, recorriendo todos los recodos, intentando entender todas las locuras de algunos seres llamados humanos. Y es en esa soledad tormentosa de los caminos que discurren, de mi tiempo que transcurre y de mis pensares divagados de mi cráneo aún no maduro, cuando pienso “si en este pequeño planeta en el que nos ha tocado vivir, nuestros ancestros desde sus inicios se hubieran dedicado a crear en vez de destruir, a dialogar en vez de pelear, a amar en vez de odiar, a querer y a querernos más, a vivir en vez de matar… Y así, así hasta nuestros días… ¿Imagináis este planeta así? ¡Yo sí! Ya sé que ahora me diréis que eso es una utopía, una irrealidad, pero no me negaréis que… es tan bonito soñar…”.